Seguridad informática
Las empresas se apoyan cada día más en las tecnologías para sus negocios y la mayoría desarrollan gran parte de su actividad conectadas a Internet o haciendo uso de servicios que utilizan Internet como pasarela de comunicaciones, factor que conduce a la implantación de medidas de seguridad cada vez más exigentes dado el riesgo que ello implica. Al igual que el uso de herramientas y sistemas de seguridad que nos protejan de amenazas externas, también debemos asegurar las amenazas internas, los usuarios. Son las personas que utilizan la estructura tecnológica y saben como es su funcionamiento, gestionan la información y las comunicaciones. La seguridad debe establecerse mediante normas de funcionamiento y uso, perfiles de usuarios, perfiles de grupos o departamentos, restricciones, autorizaciones, denegaciones, protocolos y todo lo necesario para poder obtener un buen nivel de seguridad informática siempre evaluando antes el impacto en el desempeño diario por parte de los usuarios y de la misma empresa. A través de la seguridad informática, garantizaremos la protección y disponibilidad de la información, de la infraestructura computacional y de los recursos informáticos.
Podemos distinguir y diferenciar dos grupos de amenazas, Las amenazas internas. Normalmente son amenazas más serias que las amenazas externas por varias razones: los trabajadores conocen perfectamente la red y saben como es el funcionamiento de la misma, tienen ciertos niveles de acceso a la red dadas las necesidades de su trabajo, normalmente tienen acceso a las comunicaciones y a Internet. Las amenazas externas. Estas amenazas son aquellas que se originan fuera de nuestra red, como por ejemplo un intruso que busca la manera de acceder a nuestros sistemas. La ventaja es que los administradores pueden prevenir parte de los ataques externos.